Aprendiendo a vivir

Siega que sïembras la semilla del poder,
Cosechando dolores o encantos al vivir.
Si obtuviste esfuerzos o dones para sentir:
Vivir o sentir... pues tu dicha ha sido querer.

Porque habrás vivido con las bendiciones de Dios;
Sintiendo o sabiendo, y más aprendiendo a vivir.
Si te haz abierto caminos dispuesto a sufrir:
Goza que gozas volando alto tus sembradíos.

Y el calor del sol podría lesionar tus ojos,
Con esas brisas nocturnas enfriándote la piel,
De albores o atardeceres dulces como la miel,
Sufriendo o amando pero no royendo despojos.

¡Qué mejor dicha es para el hombre el poder sentir!
Vivir para amar, y aún así dispuesto a sufrir.
Si haz vivido y amado tú ya lo haz de saber:
Nada a cambïo... por el amor de una mujer.

Volar no habrá sido en vano sin felicidad.
Habrás cruzado el firmamento con las estrellas,
Dando gracias a Dios porque existimos por ellas
... Que alentaron con gozo nuestra realidad.
APRENDIENDO A VIVIR... poema de Carlos Guzmán