Veo a las garzas de un blanco teñido de amor;
de frágiles figuras dispuestas a volar.
Ellas acicalan sus alas, plumajes del mar;
son aves vestidas de paz y blanco esplendor.
Hoy coronan las copas del grotesco guarumo,
y se han posado para acariciar la mañana...
con los versos de mi alma que les admira y ama:
son blancas altezas de espíritu taciturno.
Hoy las veo asoleándose desde mi ventana:
tranquilas, indolentes; pacíficas, inclemëntes...
son las aves que con su paz para esta mañana,
despiertan compasión y admiración en las mentes
(de los que aman, disfrutan... ¡y al guarumo engalana!)
con su elegancia, su luz y de morbos ausentes.
Garzas de la mañana - Carlos Guzmán
| Con el vuelo elegante de una pequeña garza color café diferente de las otras blancas, voló por mi ventana para hacer una pausa sobre la copa del guarumo allá en la barranca. Lucía negra y gastada de un café quemado patas amarillas y con el pico tostado. Con esa frágil belleza me sentí atontado lejos de aquellas alas blancas que tanto he amado. Hoy me doy cuenta qué hace el color por el encanto, subido a los pedestales de blanca armonía, que si oscuro y pequeño es su distinguido manto no será Dios que los margine a la luz del día... seremos nosotros que explotaremos en llanto por las alas blancas de estúpida algarabía. Carlos Guzmán |
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