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Pringuitas que caen como el rocío refrescando las tardes de verano; son gotitas que caen en mi mano de un cielo verde o azul al que sonrío. Cäntan, gritan y hacen muuuucho ruido. Lloran y agitan la Semana Santa. Violeta, insienso y ¡Cristo en una manta! Vacación y alfombras de gran colorïdo. Ellas alegran las tardes calurösas; los amaneceres grises y sombrïos... son presagios de noches tormentosas. Esas chicharras que lloran rocíos y chiquirines de formas graciosas, llenan del año... los espacios vacïos. |
Carlos Guzmán
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