miércoles, 18 de julio de 2012
ANTE EL ESPEJO
Espejo para acariciar mis penas
de semblante grávido e inquisidor;
hoy que laceras mi alma y me condenas,
también percibo tus reclamos de amor.
Perturbas la tranquilidad de mi alma;
entrando con profundidad mis ojos,
y juzgas extraer de mí esa calma
que tiene a mi alma sumergida en dolor.
Si hoy arrepentido ante ti me postro,
como un triste devoto ante su altar;
quiero enseñarte este día mi rostro
al romper mis penas y malestar.
Hoy que veo en tí divina condena,
mi alma bruta y torcida al despertar ...
deshace en mí esas arraigadas penas:
juzga mi vida para poder descansär.
Carlos Guzmán
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario